La metrosexualidad, esa tendencia propia del nuevo hombre que se manifiesta en una preocupación excesiva por el aspecto físico, ha llegado al pequeño pueblecito de South Park. En el quinto capitulo de la séptima temporada de esta irreverente serie de animación para adultos.Las consecuencias de la metrosexualidad, llevadas al extremo en este episodio, consisten en el desprecio y acoso de aquellos que no adoptan una estética metrosexual o la confusión de los homosexuales del pueblo, que se resisten a que su identidad gay se convierta en algo mainstream. Las mujeres, pese a que en un principio se muestran encantadas de que sus maridos e hijos sean más limpios y comunicativos, terminan volviéndose en contra de la metrosexualidad porque se sienten ignoradas. A pesar de estos inconvenientes, los metrosexuales se encuentran a gusto con su nueva estética y deciden celebrar el día del orgullo metrosexual.
Más allá del humor absurdo de este episodio, lo cierto es que refleja la influencia de la televisión en la construcción de una identidad común a través de programas que exaltan determinados valores y actitudes. En el caso de la identidad metrosexual, esta se basa exclusivamente en una representación construida a partir del consumo de ciertos productos (ropa de marca, cremas hidratantes, pelo tenido) y acciones (ir al gimnasio, exteriorizar la parte femenina). Sin embargo, tal y como se muestra en el episodio de South Park, esta identidad se establece más en términos de una moda pasajera que como expresión del verdadero ser.
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