domingo, 21 de junio de 2009

Metrosexuales fans de las lencerías íntimas

Ropa interior... Si hace apenas unos años la lencería masculina se limitaba a uno o dos tipos de modelos donde el blanco dominaba, la preocupación hacía el propio cuerpo ha aumentado considerablemente la oferta. Unos son cerrados, otros tienen bragueta, la apertura puede ser vertical u horizontal o llevar unos recatados botoncitos; luego están los calzones holgados o ajustados, los calzoncillos y los eslips, y toda una variedad de strings y tangas.Este es el nuevo y magnífico mundo de la ropa interior masculina, paños menores que se reducían antes a sencillas prendas de algodón blancas y ahora representan un codiciado mercado de nuevos colores, diseños y fibras sintéticas, algunas con la suavidad del raso, con encajes y adornos brillantes propios de la lencería femenina.
Francia y Alemania lideran en Europa este movimiento. En el país vecino, las ventas de la lencería masculina se acercan ya a la facturación de la femenina (447 millones de euros, un 20% menos que la femenina) según un reciente estudio sobre lencería para el Instituto Francés de la Moda (IFM).En París están proliferando las tiendas pequeñas de lencería para todo tipo de clientelas. Michel Laurent abrió “Aux Garçons Martyrs” hace año y medio en un distrito céntrico y familiar de la capital. Le va muy bien. “Tenemos clientes de 18 a 55 años”, explica. “Los strings son lo que mejor vendemos”, precisa. “Mucha gente normal y corriente busca algo especial para una noche particular”.Pocos conocen mejor las intimidades del guardarropa interior masculino que Georges Derennes, jefe de compras desde hace doce años del departamento de ropa interior masculina en los grandes almacenes Galeries Lafayette.“Desde que empecé se ha producido una revolución”, explica este quincuagenario, verdadero gurú en la materia. “Hace diez años, todos llevaban ropa interior holgada de algodón blanco”, recuerda. Ahora, la ropa interior masculina se reparte en tres categorías, los clásicos, la lencería más sugerente y lo que llama “entre ambas”, con frecuencia los mejores clientes.“Los strings están de moda, les siguen los Shorty (calzones ajustados), más elegantes y cómodos que los string, y los terceros productos más vendidos son las nuevas camisetas de tejidos sintéticos sofisticados, prenda interior y a la vez perfecta para fiestas”, detalla Derenne.Igual que la lencería femenina, la ropa interior para hombre es ahora un sector de la moda con vida propia que interesa a grandes nombres, como Calvin Klein, un pionero en la materia, Armani, Versace, Diesel o Dolce&Gabbana.Según el Instituto Francés de la Moda, dos tercios de compras de ropa interior masculina las realizan mujeres, pero el porcentaje se está inclinando lentamente a favor de los clientes masculinos.“Cada vez son más los hombres que se compran la ropa ellos mismos”, dice Olivier Josserand en nombre del mismo departamento de los grandes almacenes Printemps. “Y como la demanda está aumentando, las grandes marcas lanzan más colecciones específicas para hombre”.

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